La UE acuerda el primer sello europeo para bonos verdes
La UE acuerda el primer sello europeo para bonos verdes
Bruselas, 1 mar (.).- Los gobiernos de la Unión Europea y el Parlamento Europeo alcanzaron un acuerdo político para poner en marcha el primer sello de bonos verdes, con el que el bloque quiere potenciar las inversiones en proyectos medioambientales o de lucha contra el cambio climático que aceleren la transición ecológica.
El pacto, que debe ser ahora refrentando tanto por los Estados miembros y el pleno de la Eurocámara y que entrará en vigor 12 meses después de que esto ocurra, también introduce medidas para evitar el llamado “blanqueo ecológico” o “greenwashing”, es decir, que se comercialicen como ecológicos productos financieros que no lo son.
“El nuevo estándar que estamos introduciendo será útil tanto para los emisores (de deuda) como para los inversores en bonos verdes. Los primeros podrán demostrar que están financiando verdaderos proyectos verdes y los segundos podrán comprar bonos que serán fáciles de analizar y comparar”, explicó en un comunicado la ministra de Finanzas de Suecia, Elisabeth Svantesson, cuyo país ostenta este semestre la presidencia de turno de la UE.
Según el acuerdo, todas las empresas que utilicen en sus emisiones el sello ‘European green bond’ o ‘EuGB’ tendrán que aportar información detallada sobre a qué se destinaran los fondos captados y también estarán obligadas a demostrar “cómo esas inversiones se enmarcan en los planes de transición de la compañía en su conjunto”; informó el Parlamento Europeo en un comunicado.
De esta forma, el sello europeo de bonos verdes “también garantizará a los inversores de que están alineados con la taxonomía” que la UE está elaborando para aclarar qué inversiones son verdes y cuáles no lo son en cada sector. Un ejemplo es la taxonomía en el sector energético que considera sostenibles las inversiones en gas y plantas nucleares bajo ciertas condiciones.
Como esta taxonomía todavía está en proceso de elaboración para algunos sectores, países y eurodiputados incluyen en su pacto cláusulas de flexibilidad que permiten que el 15 % de los fondos captados en emisiones de deudas con bonos verdes sean invertidos en actividades económicas que cumplen con los requisitos de la taxonomía pero para los que todavía no se han determinado criterios concretos.
Por otro lado, el acuerdo establece un sistema de registro y un marco de supervisión para “revisores externos” o entidades independientes que asumirán la responsabilidad de analizar si una emisión de bonos verdes europeos cumple con los estándares fijados para el sello.
La supervisión de dichas emisiones, sin embargo, recaerá sobre las autoridades competentes de cada Estado miembro, en línea con el reglamento de prospectos de emisiones.
“Este reglamento crea un estándar dorado al que puedan aspirar los bonos verdes. Garantiza que el dinero obtenido debe ir a actividades verdes y que los bonos son examinados por profesionales y revisores independientes. Esto es un mundo aparte de los estándares actuales de mercado”, apostilló el eurodiputado socialdemócrata neerlandés Paul Tang, que lideró el equipo negociador de la Eurocámara.
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